Primero nos dicen: ‘Te ganarás el pan con el sudor de tu frente’. Y, después, cuando te dispones a sudar para comprar pan, tienes que darte de alta en esto y en aquello. Es decir, has de pagar al Estado para que te deje sudar para ganarte el pan. Pero, y si de repente surgiera alguien que dice: ‘El Estado te da todo lo que necesites, sin pagar nada, y ve adelante con tus ideas sin miedo a nada ni a nadie, y, cuando tus ideas rindan, entonces comparte tu prosperidad con el Estado, pero no antes. Antes no hay nada que compartir. Solo entonces veríamos quien confía en nosotros, los españoles.

