

Y lo hago sin ningún respeto ni consideración porque ellos son los encargados de pensar y reflexionar sobre el devenir de nuestra sociedad, y no lo hacen: escritores nescientes, profesores-doctores atemorizados, periodistas sin dignidad, científicos sometidos a la tiranía de un ‘sueldo’ y, ah, claro está, nuestros poetas que en los momentos que más falta nos hacían se han quedado sin ‘chispa’ (las musas no quieren nada con los cobardes). Como veréis, no he dicho ni palabra sobre nuestros políticos, ¡pobres diablos! sin imaginación y mucho egoísmo.
Pero ha llegado el momento de que cada cual asuma su responsabilidad y, todos juntos (ellos, nuestras lumbreras, y nosotros, que aguantamos lo que nos echen), exijamos formalmente a los que dirigen (¿dirigen?) y gestionan (¿gestionan?) nuestra sociedad (el Gobierno de SM el Rey, incluido el Rey)) que nos ofrezcan graves, serenos y muy profesionales debates científicos. Es imprescindible que sepamos qué está pasando porque existen muy serias probabilidades que esté en juego algo más que nuestras propias vidas… Algún día sabremos cuál es el doble juego de la jerarquía católica con el asunto de la Agenda 2030 y con el cinismo manifiesto de sus políticas con los nacionalismos… algo huele muy mal en el Vaticano.