Si no te vacunas, y lo ANUNCIAS a la sociedad alto y claro: no puedes seguir con tu vida.

Estás castigado, como un niño malo, una niña desobediente o un «mal ciudadano» (China: país comunista, carnet del «buen ciudadano»)

En realidad da igual la vacuna, lo único que importa es que DEMUESTRES al mundo entero que te has sometido.

No me extenderé en las evidencias, abrumadoras ya, que demuestran que no son «sanitarios» los motivos de la «exigencia» de un documento digital que acredite nuestro estado sanitario respecto a lo único importante desde marzo del 2020 … lo mas probable es que a estas alturas ya intuyas algo.

Además, sería robar protagonismo a nuestro héroe de hoy, de ahora, de estos tiempos. Y prefiero dedicar este espacio a declarar alto y claro nuestra admiración por una persona que no se ha sometido y se ha enfrentado a la bestia de frente diciendo NO: no voy a consentir que nadie cuestione mis decisiones respecto a mi salud y, lo que es más importante, no voy a consentir que nadie viole mi derecho a la intimidad exigiéndome que haga pública mi decisión … así sea la mismísima organización del Open de Australia, un periodista o medio de comunicación o la masa del pueblo actuando como conjunto.

Nuestra intimidad nos pertenece solo a nosotros … nuestras inclinaciones sexuales, nuestros datos médicos, nuestros gustos y necesidades. Aunque ahora vivamos en la cultura de colgar fotos en Instagram haciéndonos un tattoo o pinchándonos algo … está bien que lo hagas, si así decides hacerlo: regalas tu intimidad porque quieres. Pero no está bien que exijas a los demás que hagan lo mismo.

Pero claro, para defender algo tan básico cuando eres el único, pequeñiiiito y solito frente a «la bestia» representada en el conjunto del pueblo, políticos y medios de ¿información?, se necesita mucha SEGURIDAD EN UNO MISMO , ser VALIENTE y COHERENTE con tu ética y moralidad.

Es necesaria también una gran dosis de RESPETO hacia uno mismo y saber que vales mucho mas por lo que eres y cómo eres, que por lo que los demás digan que vales o los «likes» que te den en las redes.

No vale solo ser un gran jugador de tenis varias veces campeón del mencionado Open. Eso solo sirve para que el mundo se entere de que estás de parte de la LIBERTAD y sirvas, además, como ejemplo de actuación.

Parece que finalmente Australia claudicó (y digo Australia porque ya sabemos que son temas políticos, no sanitarios). Después de amenazas, mala prensa, mucha gente criticando una actuación que debería ser respetada en su esencia.

Algo no está bien.

Nadie debería ser presionado, coaccionado, castigado, amenazado, señalado o insultado por tomar una decisión personal que, por definición, solo afecta a la propia persona.

Porque imagino que ya sabes que esto no va de solidaridad, ¿verdad?, imagino que a estas alturas todos sabemos que temas como la ‘inmunidad’ la ‘seguridad’ o la ‘solidaridad’ no son mas que falacias para hacer a los «demás» responsables de nuestra vida y salud.

Nunca fue así.

Por eso es tan importante dedicar un espacio a nuestro SUPER HÉROE, Novak Djokovic: porque es un EJEMPLO de que si se puede decir no.

Y seguir con tu vida … nadie tiene que saber nada de tu intimidad, de lo que haces en tu casa, con quién lo haces, de si tienes una u otra enfermedad contagiosa o si estás sano como una rosa, … nadie. Eres tu y tu vida. Eres tu y tu intimidad … no la del portero de la discoteca, el camarero del restaurante, la azafata del aeropuerto o el policía de tráfico.

Eres tú y tus circunstancias.

EL mismo padre de Djokovic puso de manifiesto en una entrevista que ni siquiera él mismo tiene derecho a saber la decisión que toma su hijo por considerar que solo le concierne él … otro gran ejemplo de respeto hacia la libertad del otro.

No, los héroes de Marvel no están a la altura de los Héroes que necesitamos hoy :

porque no son super poderes fantásticos lo que el mundo necesita, sino VALORES y la VALENTÍA de defenderlos.

porque no nos enfrentamos a malos de ficción, sino a personas normales que en algún momento se olvidaron de respetar al prójimo en aras de un «sólo cumplo órdenes»… y eso ya nos llevó por muy mal camino no hace tanto tiempo.

No son tiempos de cobardes… y no son pocos los valientes anónimos seguros de si mismos, valientes y coherentes consigo mismos … tan solo tenemos que empezar a reconocernos sin vergüenzas: no es por la gripe, con el apellido que le pongamos, es por nuestros principios.