

Y no habrá un campo rojo
>Si no se respeta a la gente del campo y el mérito de su trabajo. Si no se dignifica la vida de las personas que se enfrentan a la vida y a la muerte cara a cara. Si no se sabe valorar el riesgo que supone plantar y esperar una cosecha aceptable o ver nacer a un animal, cuidarle, ayudarle a crecer a la espera de que su ciclo vital cumpla su función. Si preferimos ignorar las vicisitudes a las que está sometida la humanidad que, de verdad, en una lucha diaria por sobrevivir, pisa la tierra y mira al cielo con la esperanza de que la naturaleza le retorne su esfuerzo; si al ánimo de usted han llegado estas formas de pensar o sentir, entonces está muy cerca de dejar de conjugar el verbo pensar para entrar en el verbo creer, que es un verbo mágico porque en él todo es posible, pero nada realizable. Esas son las promesas de la Agenda 2030 y sus ODS’s, el mayor engaño después del invento del socialismo, del cual es secuela. La verdad cierta y comprobada es que solo el esfuerzo propio y la fe en uno mismo y sus ideas son la causa del laborar individual y el efecto esperado es el incentivo. Si elimina esos dos factores, habrá matado de raíz la competitividad y el deseo de ver realizado los sueños propios. Dicho cabalmente, habrá borrado la vida tal y como la conocemos en este año del Señor de 2022.
>El hombre, las personas que viven del campo, son los únicos protagonistas de la gran aventura que es producir alimentos para todos los demás: agricultura, ganadería, pesca y caza son actividades necesarias para mantener el equilibrio en la naturaleza.
>Es labor de las autoridades preservar las singularidades de nuestro patrimonio natural, expresión de la belleza genuina de nuestra Nación, garantizando su armonía con las comunidades humanas, el patrimonio histórico, la agricultura y ganadería, la caza y resto de actividades humanas. Y promover, gracias a la interconexión de las cuencas y la reforestación, el avance de la España verde, gran pulmón de nuestra tierra. Y, en defensa de la Tierra, activar una política que prevenga el terrorismo piromaníaco y penalice con severidad cualquier agresión grave que atente contra la masa forestal española.
>En cuanto a la política agraria, ganadera y pesquera hemos de compatibilizar las directrices de UE con los verdaderos y ciertos intereses de nuestras gentes del campo. A este respecto, se debería seguir una política de comunicación que acerque a todos los ciudadanos con las costumbres y rituales de los habitantes del campo, sus tradiciones, su estilo de vida y su economía.
>En otro orden de cosas, la falta de infraestructuras de transporte, sanidad, educación y servicios básicos, unida a las menguantes posibilidades de empleo y al abandono de la política nacional del agua, están condenando a la España rural a convertirse en la España vaciada. En este sentido, sería una extraordinaria fuente de ingresos concienciar a la ciudadanía de lo que supondría considerar el turismo activo conviviendo con las gentes del campo y, con ello, dar prioridad, en un mercado libre, a la adquisición de productos del campo español. Abundando en el tema y con el mismo propósito, la Agenda España considera de vital importancia defender el mundo rural y sus tradiciones, lo que también pasa por la conservación y restauración de los bienes culturales y ecológicos, que lo son de todos los españoles. Para ello, se propone las siguientes medidas:
>Proteger a los españoles que viven en el mundo rural frente a las imposiciones de la nueva religión climática que atacan su modelo productivo, su forma de vida y sus tradiciones.
>Potenciar la repoblación de la España ruralpara garantizar la prosperidad y la vertebración de todas las regiones del país.
>Impulsar la creación y crecimiento de empresas en la economía rural concediendo incentivos fiscales que permitan desarrollar empresas viables, rentables y atractivas a la inversión.
> Reforzar las infraestructuras de transporte en la España rural abandonada por los sucesivos gobiernos para garantizar la rápida conexión de cualquier núcleo rural con servicios públicos básicos como centros sanitarios o educativos. O, sencillamente, logísticos. Como, por ejemplo, eliminando los peajes en las autovías. Y mejorar la red ferroviaria para conectar todas las regiones de España y facilitar las exportaciones al resto de Europa.
>Garantizar que el agua, como único elemento que puede trasformar la España seca en zonas ricas y fértiles, sea un recurso accesible a todos los españoles en cada región del país mediante la interconexión de todas las cuencas.
>Frenar la estigmatización de alimentos que únicamente responde a motivos ideológicos. España debe defender a sus productores, motor económico de municipios y provincias, frente a cualesquiera intereses foráneos.
>Apoyo a la industria agroalimentaria nacional coadyuvando al consumo interno de productos españoles.
>Licencia única de caza y protección de las tradiciones populares y la cultura popular.
Para una información más detallada, descargar el pdf Agenda España.