Pero si el afán de olvidarnos de los malos ratos que nos ha hecho pasar ‘lo del covid’ hace que no aprendamos nada y, lo que es peor, no enseñamos a nuestros hijos cómo unos seres malvados o necios, o ambas cosas, han jugado con nosotros, aprovechándose de que la gente que está a sus cosas sin pensar en maldades que afecten a sus vecinos, nunca nos hemos podido imaginar la perversión que anida en algunas mentes ¿humanas?


Dicho lo dicho, yo aviso a los intelectuales, que son la memoria y la consciencia de una sociedad, que si hacen caso omiso de los gravísimos pecados cometidos por periodistas, sanitarios, políticos y, sobre todo, nuestros poetas: ¿dónde estaban cuando las palabras hermosas tendrían que haber llenado el vacío que el miedo nos dejaba?
Yo acuso y aviso: si no aprendemos, cualquier idiota nos manejará como muñecos de pin pan pun. NECESITAMOS UNA SOCIEDAD CIVIL FUERTE SIN JEFES (los trepas siempre acaba de JEFES sin entrañas).
No Alexander, lamentablemente de esta historia, esta sociedad, no va a aprender nada de nada. Somo animales de costumbres y punto. Si nos dicen que vayamos en una dirección, vamos, si nos dicen que vayamos en otra, vamos… Asi hasta el infinito y más allá