Y mientras los políticos nos marean y los ciudadanos, unos más otros menos, nos dejamos marear… resulta que EL MUNDO SIGUE y también suceden COSAS BUENAS:

• Cosas de esas que nos dan FELICIDAD, simplemente porque son buenas.
• Cosas de esas que nos INSPIRAN a ser mejores por aquello de que, aunque solo sea un poquito, son nuestras también.
• Cosas de esas que nos hacen sentir ORGULLOSOS de ser y pertenecer a algo intangible llamado ‘España’.

Y, precisamente por ser intangible, lo que sintamos respecto a ella depende de con qué y cómo lo rellenemos:

• qué pensemos de ella,
• qué digamos de ella,
• qué sintamos de ella.

Ella que es, a su vez, cada uno de nosotros, los españoles.

Y Tamara Rojo nos ayuda a cambiar el ceño fruncido habitual en estos tiempos tan convulsos, por la sonrisa orgullosa, cómplice, feliz, de quien comparte algo exitoso.

Con un curriculum impresionante https://www.tamara-rojo.com, y toda una vida dedicada al ballet, baste decir por aquí que iniciándose con 9 años en el Centro de Danza de nuestro conocido Víctor Ullate, fue nombrada hace tan solo unos días, la nueva DIRECTORA ARTÍSTICA del Ballet de San Francisco.

Lo cual, además de ser ya una gran noticia, es especialmente interesante porque se convierte también en la PRIMERA MUJER que en los 90 años de historia de dicho ballet ostenta el cargo mencionado y claro, la gran responsabilidad que conlleva.

Ella es una de esas MUJERES que demuestra día a día lo que vale, en silencio, trabajando y rompiendo barreras invisibles cuando por méritos propios lo merece.

Desde aquí, damos las gracias a Tamara Rojo por ser ejemplo de buen hacer para el resto de mujeres españolas (y hombres, porque no deja de ser algo admirable también para el género masculino)…

No es que seamos iguales que los hombres, que no lo somos.

No es que valgamos más que ellos, que eso lo deciden nuestros méritos y buen hacer, tanto para unas como para otros.

Es, simplemente, que nuestros derechos y obligaciones si son los mismos, o deberían serlos.

Una sutileza que cambia de raíz el diálogo social respecto a la ‘igualdad’ que dirige gran parte de nuestras vidas a través de la política utilizándose, de nuevo, para manipular y dirigir culturalmente al país entero.

Necesitamos ejemplos como Tamara Rojo, que nos inspiren.

No ministerios de igualdad y otras modernidades con las que pocas mujeres reales nos sentimos identificadas ni, mucho menos, representadas.

Y para concluir, nuestro humilde APLAUSO para todas las mujeres que de manera SILENCIOSA y con su BUEN HACER e INTELIGENCIA FEMENINA, nos están abriendo todas las puertas.

No somos iguales, ni queremos serlo… ¡sería tan aburrido!