Yo fui el arquitecto de mi propio destino. Si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.

¿Preparados?

Atacado de mil miedos, pero sin paralizarme ninguno, me aproximo a los 79 listo para enfrentarme a lo que salga. No obstante, anticipándome al desenlace imprecisamente previsto, quiero dejar constancia del saldo que mantengo con la vida, cosa que hago a continuación con palabras del poeta mejicano Amado Nervo:

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.

¡Vida, nada me debes!  ¡Vida, estamos en paz!

—Ahí queda eso.—

2 comentarios en «Hacia los 79»
  1. MARAVILLOSO Alexander.
    Qué mas se puede añadir a estas palabras que en tan poco espacio expresan tanto…
    tan solo que si ese es en verdad tu sentir, entonces eres un ejemplo a seguir 😉

  2. Uno de los poemas más hermosos que, a mi parecer, aluden a la vida. Estar en paz de uno y otro lado es, simplemente, una tregua de disfrute bilateral porque ambos, humano y vida, vida y humano, se han tenido, se han gozado, se han amado… y lo que falta, en tu caso. Alexander: larga vida !! Un beso muy muy grande.
    P.d. Gracias por citar al mexicano Amado Nervo. Qué orgullo ! 😉

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *