La definición de miedo es, de acuerdo a la RAE y en una primera acepción, «la angustia por un riesgo o daño real o imaginario»; y en una segunda, «recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

A dicha definición, considero, se le puede añadir que es, además, una emoción desagradable, que responde a un peligro que estamos percibiendo de forma real o imaginaria, pero que puede estar situado, igualmente, tanto en el presente, como en el pasado o el futuro. Si escalamos al miedo en un peldaño más, entonces ya nos adentramos en el terror, que es la máxima expresión del primero.

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El miedo puede llegar a ser una cosa terrible para muchísimas personas

Cualquier individuo que se va a enfrentar a alguna situación, la que fuere, y siente miedo, entonces experimenta algo que podríamos llamar ‘miedo consciente’ que se caracteriza por ser inmediato: la persona sabe a lo que se va a enfrentar y teme por tal confrontación, por lo que actuará en consecuencia para solventar dicha situación. Por ejemplo, si el individuo va andando por un parque y un oso perdido corre feroz hacia él, el miedo será inmediato, conoce a su oponente y, desde luego, el estado de alarma hará que salga corriendo.

Pero luego nos enfrentamos al ‘otro miedo’, aquel que es inconsciente, irracional, sin sentido. Ese que lleva al cuerpo a experimentar una sensación indescriptible, que atenaza y deja paralizado sin saber qué hacer. Pero, ¿a qué le estamos temiendo si en realidad no estamos percibiendo alguna situación peligrosa inminente?

Este miedo, el irracional, es un miedo aprendido que no ha llegado porque sí: es, digamos, «inculcado». Y es este el más peligroso sin duda alguna pues somete al individuo a sentir pánico por algo que ni siquiera conoce y por tanto no sabrá cómo tendrá que interpretarlo y actuar en consecuencia.

En la actualidad, y en un número creciente de manera exponencial, veo más miedo en la gente. Tan solo hay que mirarles a la cara para sacar tal conclusión. Y ese miedo no deja de ser otro que el irracional, que mencionaba antes. Un miedo que ha sido infundido por los medios de comunicación, por el gobierno y, aquí viene lo bueno, por otros individuos de la sociedad civil, gente ‘de a pie’. Una población temerosa, finalmente, convencerá al resto de personas que le rodea y que carece de miedo alguno, a tenerlo, pues de lo contrario representarán un enorme riesgo para todos.

O todos temerosos, o todos ‘peligrosos’.

¿Les suena esta historia de algo?

2 comentarios en «¿Miedo o quizás miedo?»
  1. Excelente reflexión. Gracias. Y, sobre ella, yo me pregunto ¿y si unos (pocos), aun reconociendo que, tal vez, un peligro pueda ser real y, por tanto, temible, no se acobarda y mira y ve y observa y se previene sin que el temor le paralice? Entonces a qué conclusión debería llegar… en particular si los acobardados atacan a lis templados🤓🤔🤔

  2. SI, a mi si que me suena… y me sigue sonando porque parece que «alguien» está muy interesado en mantener a la población sumida en el miedo. ¿Con qué objetivo?
    Hace tiempo la tele tenía un lema, «hacer una Feel-Good TV» es decir que la gente se motivara y se sintiera mejor al ver los distintos programas. Está claro que ese lema cambio hace ya unos cuantos años sutilmente y muy radicalmente en marzo del 20 20. ¿Por qué?

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