

«Somos lo que comemos»
Hay un sabio dicho que se le atribuye a Borges, y que cita, “somos lo que leemos”.
Si este adagio lo aplicase a mi vida, soy sin duda Mario Vargas Llosa y su realismo acre. Gabriel García Márquez y su realismo mágico. Benito Pérez Galdós y su descripción ácida de una época; también soy Jane Austen con su belleza y precisión en el lenguaje, y, además, soy la maravillosa literatura infantil, desde Alicia en el País de la Maravillas hasta Enyd Blyton.
Pero hay otro tipo de libros que también pueden marcar tu vida desde que los lees, y uno de ellos, que comentaré a continuación, lo ha hecho, pero de acuerdo al dicho anterior un pelín transformado: “somos lo que comemos”.
Este libro se llama: “The China Study”, del Doctor Colin Campbell (2006), en el que a base de un estudio clínico realizado en China durante los años 1973-1983, es analizado el impacto de la dieta y el estilo de vida en la salud, bajo el minucioso seguimiento de 6.500 personas por un período de 10 años.
El libro es ameno, y aunque emplea términos médicos, es fácil de seguir. También tiene una segunda parte muy interesante de cómo fue atacado el autor por la industria, lo cual ocurre cuando alguien confronta un paradigma existente.
Por medio de este estudio descubren que la dieta que se realizaba en China (especialmente en las áreas rurales) en ese entonces (no sé ahora), minimizaba, en relación a la dieta de Estados Unidos, los accidentes cardiovasculares, la diabetes, cánceres comunes, como el de mama, próstata e intestino grueso, las enfermedades autoinmunes, enfermedades neurológicas, y mejoraba la visión, el estado de los huesos y de los riñones.
… y ¿cuál es esa dieta mágica?
Él la resumía en una frase: dieta basada en plantas, con alimentos naturales, reduciendo, significativamente, la sal y las grasas procesadas.
A esto le añade que la población china de entonces (insisto, desconozco la de ahora), hacía mucho más ejercicio que el americano promedio.
Yo desde luego adopté este tipo de dieta al momento, porque creo que es la que protege de mejor forma de las enfermedades, te mantiene ágil mentalmente y te prolonga la vida.
¡Además es una dieta que no prohíbe!
Mis estudios posteriores en Medicina Tradicional China, y su rama de dietoterapia, la avalan, pero con una salvedad importante: hay que evaluar el estado de la persona, especialmente, si hay enfermedad.
En general una dieta como la propuesta, que se podría llamar “yin”, encaja muy bien en el estado habitual de salud de la población en nuestra sociedad, con exceso de estímulos de todo tipo, es decir, muy “yangificada”, con lo que tiende a equilibrar a la persona que la consume.
Pero hay personas en las que este exceso de “yang” no se produce, sino que, contrariamente, hay deficiencia, por lo que hay que estimularle el “yang”, y una de las formas más rápidas, de acuerdo a dicha medicina, es la carne tomada o preparada de determinada forma.
Como dicen los ingleses: “one size doesn’t fit all” (no hay nada que valga para todo).
En resumen, un excelente libro para todo aquel que tenga interés por la dieta y su impacto en la salud.
Hola, Edu ¿dispones de experiencias que puedas contarnos? En todo caso, gracias por este escrito, saludos 🤓
Muchas gracias por la recomendación.
Me ha encantado la introducción, porque si bien es cierto que son bastantes las personas conscientes ya de la importancia de la alimentación en nuestra salud, son muy pocas (cada vez menos me temo) las que lo son de la importancia de lo que leen para su inteligencia o, mas sutil aún, su salud mental 😉
Muchas gracias Eduardo:
Apunto la recomendación y leeré el libro, si somos lo que comemos, también somos lo que leemos, lo que entra en nuestro espíritu.
Somos demasiado condescendientes con lo que entra dentro de nosotros. Gran recomendación.
Gracias de nuevo.
[…] Y para acabar, una recomendación de lectura: «The china study»: recomendación de lectura – HOY (hoy-digital.es) […]