Y quizás llega el momento de preguntarnos, ¿desde dónde realmente actuamos ante los problemas del mundo?

Ver el absurdo en los demás es un hecho gratificante y que en cierta forma nos hace sentir bien, pero verlo en uno mismo a veces es costoso, aunque puede resultar muy provechoso si se es capaz de asumirlo.

En una manifestación reciente, crítica con las autoridades actuales, se pudieron ver tanto una guillotina como una horca. No era la simbología mayoritaria hay que decirlo, pero si que destacaba.

Yo a ambos elementos los vi absurdos y fuera de lugar.

Comentándolo con otras personas se me vino esta imagen a la mente que paso a describir.

Actualmente, en el verano del año 2022, estamos rodeados en nuestra vida cotidiana de cada vez más incertidumbres, tanto en lo social, como en lo económico, e incluso en el ámbito de la salud… y reaccionamos, sin duda reaccionamos, y conforme a esta reacción actuamos. La pregunta es: ¿desde dónde?

¿Elegimos la opción de la izquierda de la viñeta, la del edificio ostentoso y poderoso? El de la violencia que lleva a desear la muerte del enemigo en horcas y guillotinas llevados por el miedo y el odio.

Este pareciera ser el camino de las instituciones, las cuales, amparadas en las bellas palabras de la Agenda 2030, actúan desde la represión, de la censura, del control y de la burla hacia el discrepante, pero también de «falsos profetas» que nos dan la solución a nuestros problemas (cojo prestado el concepto del Evangelio) y quizás, sin darnos realmente cuenta de muchos de nosotros.

¿O elegimos la opción de la derecha de la viñeta, la del pequeño edificio humilde?. Diríase es la opción de los débiles, la de responder a las agresiones del entorno manteniendo la misma actitud previa sin entrar en la violencia y el odio, la opción de poner la otra mejilla, la opción de Jesús y de otros seres iluminados a lo largo de la historia.

Esta pareciera que es la decisión de la mayoría de las personas con las que hablas, pero… ¿lo estamos haciendo realmente?. Es algo que yo en mi vida personal me pregunto todos los días.

En definitiva, observemos si caemos en el absurdo de actuar de la misma forma de aquellos cuyo comportamiento rechazamos.

PD: en relación al tamaño de los edificios de la viñeta, está inspirada enlas palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo: «Entra por la puerta estrecha. Porque la puerta que conduce a la destrucción es ancha y el camino es fácil, y los que entran por ella son muchos. Porque la puerta que conduce a la vida es estrecha y el camino es duro, y son pocos los que la encuentran». (Mateo 7. 13-14)

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